martes, 7 de marzo de 2017

SELECCIÓN DE RECUERDOS YA LEJANOS (B)















“LOS RECUERDOS DE MI INFANCIA”








V.J.M.J




El período de mi vida que se correspondería con este Segundo “Cuadernillo” de la serie, pienso que está comprendido entre los Cinco  y los ocho años, y en el cual, sin dejar de leer aquellos Tebeos más infantiles de mi primera etapa, se iniciaría el descubrimiento por mi parte de los “Tebeos de AVENTURAS”, facilitado, evidentemente, por mi natural progreso en la lectura, así como la de su mejor comprensión.
Durante este período sigo siendo un “Comprador Pasivo”; es decir, que todavía no tengo “propina” asignada, por lo que seguirá siendo mi Padre el que pague el Tebeo, pero seré yo quien ya elija el título. Normalmente será “JAIMITO”, pero se dará el caso en el que decida cambiarlo por el ejemplar de otra colección.
Además, se empieza a despertar en mí ese espíritu ahorrador que me llevaba a ir guardando las “propinillas” extras, que siempre caían cuando venía algún pariente o amistad de la familia, y que me
permitía, siempre con el beneplácito materno, a emplearlo “Indefectiblemente”, en la compra de algún Tebeo (y algo más adelante ese dinerillo se repartiría también con la adquisición de “Indios y Soldaditos”).

Como siempre fui un chaval muy ordenado, los Tebeos no se perdían o estropeaban, guardados en una carpeta de las que tenía mi Padre en su negocio.

Con ese cargamento, que cada vez era mayor, salía a la puerta del jardín a CAMBIAR con los chavales de mi barrio… y, en ese TRUEQUE, estaba, precisamente, el secreto de nuestro conocimientos “enciclopédicos” de las mil y una colecciones y personajes distintos que por aquellos años constituían el parnaso “tebeístico”.

  

Recuerdo nº1



Como todos los domingos, al salir de misa cruzábamos a la Plaza Sanllehy para comprar el “Ya” de mi Padre y el “JAIMITO” para mí. Siempre me gustó ojear todas las portadas de los Tebeos cuando pasaba delante de los kioscos, pero, ese día no lo hice.
El caso es que con una alegría inusitada, oigo a mi Padre exclamar con voz fuerte:

  • “¡Mira Pepe Luis, DIEGO VALOR!”
         -“¡AHÍ VAAAA…!”

fue mi respuesta.


Y como cuento en algún otro apartado, yo no sabía de quien se trataba… por lo visto el personaje ya era famoso a través de unos seriales radiofónicos en los que se emitían sus aventuras.










En esta primera serie (hubo dos, que yo sepa), el formato era muy pequeño, pero la portada resultaba muy sugerente para mí: Una nave, un astronauta embutido en su traje espacial y un cielo poblado de lunas y planetas.
Como ya conté en el Cuaderno (A) de la presente  colección, yo conocí la  “Cienia Ficción” a través de “”EL CONEJITO ATÓMICO”,  pero la obra de Buylla y Bayo,  con su universo de Cohetes Interplanetarios, Platillos Volantes, robots, Sillas Voladoras, encuentros y peleas sin  fin con los malvados “wiganes” – verdes como ranas verdes -, y su “Gran Mheekohng”:








avivó – más si cabe – mi imaginación y  la afición por estos temas.
Sin embargo, recuerdo que la Aventura  que más me impresionó fue la del encuentro con:








capturados por el malvado Ernest Killer, que les colocaba una capucha con un dispositivo por el que, si le querían traicionar, o si alguno era hecho prisionero, para evitar que le delataran, se desintegraban  tras una explosión interna:







Sí, la situación de aquellos hombres me parecía tan angustiosa, que el recuerdo me llegó hasta hoy.
Hubo una segunda serie en la que se modificó el formato, ajustándose al “típico” de los cuadernillos de “Aventuras”…Todavía veo aquella primera portada; me atrapó mucho, aunque, creo, que los dibujos interiores eran del mismo estilo, pero sin páginas en color.








¡Yo también la tuve una:
“PERFORADORA DEL ESPACIO”!





Pero no la conocía por ese nombre; la llamaba “Pistola Lanzadora de Platillos Volantes”.



Recuerdo nº2


El caso es que a mí me gustaban más las aventuras de:


dibujadas por MARTINEZ  OSETE.

Era un personaje que me intrigaba, no sé, seguramente sería por esa extraña capucha…Solo puedo recordar la sensación tan grata que me producía la lectura de sus Aventuras, pero, salvo escenas sueltas, no me viene a la cabeza ninguna aventura en concreto.

Lo he añorado desde que marchamos de Barcelona – y de eso hace una vida -, y es que desde entonces no volví a ver ninguno de sus Cuadernillos.

Curiosamente no he podido conseguir ni la primera ni la segunda parte de este trabajo de OSETE, y, sin embargo,
sí he disfrutado con la que en realidad fue la edición origen de este personaje, creación del maestro BOIXCAR

Yo no sabía que había habido dos ediciones distintas, con Historietas diferentes, obras de ambos dibujantes, y al ver la colección que conseguí – la de BOIXCAR -, pensé que era la que yo leía de pequeño, sin embargo… había algo que no me cuadraba…

Creo, porque, como he dicho, no recuerdo ninguna aventura en concreto, que la versión de        OSETE debía de contener historias menos duras, vamos, más infantiles.


Recuerdo nº3

Pues de BOIXCAR sigue la cosa, y esta serie sí dejó en mí una profundísima impresión; me estoy refiriendo a:


Para mí una de “la Siete Maravillas del Mundo”.

Si con “EL CACHORRO” de IRANZO descubrí la fuerza impresionante del “PINCEL y la TINTA CHINA”, con BOIXCAR me quedé atrapado para siempre de su PLUMILLA… Y encima eran todas  ¡“Aventuras del Espacio”!

Aunque fueron muy pocos los Cuadernillos que llegué a tener “en propiedad”, leí muchos, gracias a un amigo italiano, de un nivel social altito para mi barrio, que me dejaba que me llevara a casa los Tebeos de esta colección y los de la que se considera por muchos, su “obra cumbre” del Autor:


Pero a mí la que me molaba de veras era la otra, hasta el punto  que siempre llevé conmigo su recuerdo, y busqué– aunque con poca suerte -, sus Cuadernos (bueno, al final las cosas se arreglaron bastante).

Estoy convencido que la primera Historieta que leí de esta serie, fue: 


y estos dos animalitos, con ese fondo impresionante, la primera viñeta que vi de este maravilloso dibujante.


Otra vez se suceden aquí, al igual que con los trabajos de IRANZO, el tremendo contraste de la negrura de la TINTA CHINA contra el blanco papel (bueno, como la calidad era pobre, con el tiempo, el color se tornaba amarillento).

Conseguir esta serie, ha sido uno de los regalos más apreciados que he tenido, y aunque los guiones son – en general – bastante simplones, hay algunas historias que son preciosa; me estoy acordando, por ejemplo, del número UNO :

LOS SERES BUENOS DE MARTE”



Por favor, ¡No se lo pierdan!





Recuerdo nº 4

UN RECUERDO “OLVIDADO”


A cualquiera que me conozca le resultará difícil creer que yo, que he sido, soy y seré el gran devoto de ROBERTO ALCÁZAR y PEDRÍN, confiese que, a pesar de que dichos Amigos estaban en su momento más exitoso de su larga historia, yo no los conociese, y, sin embargo…

Y sin embargo, unos pocos años después, cuando ya era un fervoroso seguidor suyo, un día, al ver esta impresionante portada del MAESTRO VAÑÓ:                           
            
me dije a mí mismo que “ese Tebeo ya lo había visto antes”, y volví a sentir de nuevo el miedo y la emoción que experimenté la primera vez que lo leí; ¿entonces?...

 Sencillamente, lo que pasó es que disfruté  - y sufrí – esta Aventura cuando yo debía tener seis años, en el pueblo de mi Abuela ISABEL, pero entonces no comprendí que esa Historieta formaba parte de una colección, vamos, de una serie con unos mismos protagonistas, lo que se puede entender porque, si se fijan, la faja en la que se hace referencia a ellos (en este caso a “ÉL”; solo aparece ROBERTO),


es un recuadro bastante pequeño, que apenas destaca, seguramente para permitir que toda la atención recaiga sobre el Título de la Aventura, y que en este caso era tan misterioso y sugerente como:        


(Nº 13)



Hoy en día le tengo un cariño muy especial a este Tebeo, junto con algún otro de los tiempos de mi iniciación “Alcazariana”, como veremos en mi siguiente etapa.

P.D.- Me encantan las portadas de VAÑÓ, tanto por su composición, en forma de mosaicos irregulares, en los
que nos presenta una serie de escenas, como los colores “Pastel” que utiliza.





Recuerdo nº 5



Como todos los aficionados saben, MANUEL GAGO ha sido uno de los más prolíficos Dibujantes de Historietas, de ahí que cuando yo empecé a mirar y leer “Tebeos de  Aventuras”, habría por los kioscos unos cuentos trabajos con su firma, tales como: “EL GUERRERO DEL ANTIFAZ”, “EL PEQUEÑO LUCHADOR”, “TONY Y ANITA”, “EL CAPITÁN ESPAÑA”… y unos cuantos más; sin embargo, el único que recuerdo de esta segunda etapa, es:

“PURK, EL HOMBRE DE PIEDRA”

¿Y saben por qué?; pues no es porque “naciera” el mismo año que yo (1.949), sino

 porque en él aparecían “Bichos Raros”, pero, más que animales prehistóricos, lo que abundaba con generosidad  eran encuentros a muerte del héroe con “Humanos-Bestias”: 

“Hombres- Rinocerontes”, “Hombres-Leones”, “Centauros” y un larguísimo  etc.








Recuerdo nº 6



¡Y con ÉL llegó el cambio!
Sí, ciertamente, con:

“EL CAPITÁN TRUENO”

Para mí, la Gran Novedad  no estuvo en  el Cambio de la “Filosofía” ni de la “Ética” o la “Moral” de la época, no, la Modernización recayó, prácticamente toda, en la “ESTÉTICA”.

El papel pobre y amarillento pasó a un blanco impoluto en el que el trazo negro destacaba muy bien; es verdad que AMBRÓS era un Artista de primera, pero es que tuvo un enorme aliado en la dirección de la editorial que le permitió (o lo diseñó inicialmente así), REDUCIR el número  medio de viñetas por cuadernillo que hasta entonces se acostumbraba; prácticamente la mitad, como se puede comprobar en las dos páginas que les presento a continuación, una de “El ESPADACHÍN ENMASCARADO” (GAGO), y la otra del “CAPITAN” (AMBRÓS), aunque hay que reconocerle, también en esto, un gran mérito a VÍCTOR MORA, que supo resumir
en sus guiones la “Acción” sin que se perdiera con ello emoción.


La consecuencia inmediata era que con la mitad de carga semanal, AMBRÓS pudo dedicar más tiempo a cada viñeta, y que estas, al ser también de mayor tamaño, permitía una mejor representación, sin quedar “ahogadas” por los “bocadillos” de los diálogos.

Y con este planteamiento que acabo de expresar, quisiera presentar aquí mi RECONOCIMIENTO público a todos los Dibujantes de Tebeos de aquellos momentos,  que se vieron obligados a desarrollar un trabajo más que excesivo, (eso de “ayudantes” era cosa de los Tebeos americanos), durante toda su vida, sin perder la ilusión por su obra y con sueldos miserables:






NOTAS:
1ª/ A partir del nº 35 AMBÓS tuvo el apoyo de BEAUMOND como entintador.
2ª/ No quisiera que nadie sacara la conclusión por mis palabras anteriores de que la Editorial  Bruguera le tratara “con mucho cariño”; de hecho no pudo más y abandonó su obra en el nº 175.

Bueno, y siguiendo con el asunto…Yo no recuerdo si hubo o no una campaña anunciadora de la próxima salida de este personaje, es muy posible, pero, quizá, por mi corta edad yo no me enteré, si bien, con los años, me he dado cuenta de que conocí la serie muy pronto, aunque mi primer recuerdo está entre los números 23 y 24, con la aventura de Tagán, el Ídolo-Vampiro, dios de los gigantescos hombre-gorilas que habitan en la cavernas:





En particular, la escenas en la que nuestros amigos contemplan la ciclopea figura del “Dios-Vampiro”, entre penumbras, con la sola iluminación de los destellos  del cráter del volcán sobre la que se levanta,  y la otra en la que los condenados hombres – gorilas son forzados a subir por las escalinatas labradas en la piedra, para ser lanzados a la lava desde la fauces del terrible ídolo, me causaron una profundísima impresión, hasta el punto de que siempre las tuve en mi memoria, al igual que alguna de las que vienen a continuación:








También recuerdo hasta con angustia, la Aventura:




cuando nuestros Héroes entran en la “Casa de los Muertos” en el momento en que están “momificando” ¡Vivos!, a los conductores de los carros que fueron derrotados por nuestros Amigos:


Y no digamos cuando fueron ellos los introducidos en los sarcófagos.

No obstante, la mirada torva del descomunal Pulpo que espera al CAPITÁN en el fondo del pozo del castillo del Mago Morgano, aunque no fuera la primera imagen que contemplé de esta serie, sí ha sido la que más se grabó en mi mente, identificándolas como visiones de pesadilla:





  

Y muchas más con las que disfruté un montón, a medida que iban llegando a mis manos, aunque de forma desordenada; ya saben, cosas de los intercambios…




Recuerdo nº 7


¿Qué si conocí yo a 
              





Pues Sí y No… quiero decir que sabía de él, pues aparecía con frecuencia en los intercambios de “Chicos Mayores”, pero aunque alguno ojearía, yo no llegué a tener ninguno, y es que el precio (unas ocho pesetas?), lo ponía en la categoría superior a la que yo jugaba.



Recuerdo nº 8







De GIRALT…bueno, pues de éste “Super” sí que llegué a leer algunos.
Después del “CONEJITO ATÓMICO” creo que fue el siguiente “Superhéroe Español” que conocí…Sí, me gustaba.









Recuerdo nº 9



“MENDOZA COLT” fue mi primer intento de hacer una “Colección”, y es que ya era yo por entonces algo más mayorín, y había comprendido lo que eso significaba, en cuanto a que las cosas tienen “un principio y un fin”, y empezó a aflorar en mí esa enfermedad de “querer tenerlo al completo”.

…Lo que pasó es que a eso de media colección, ¡Nos marchamos de Barcelona!
Nos fuimos a Ariza (Zaragoza), donde habían contratado a mi Padre como gerente  de la fábrica de jabones “Cabrerizo”, y aunque en el bazar del “Chiquitín” llegaban con puntualidad muchas series de

Tebeos, no era el caso de MENDOZA, así que ahí murió este primer ensayo, aunque no pasó lo mismo con mi ya incurable ansia por coleccionar.

Pero antes de esto sucediera se casó Vicente, un primo de mi madre, y vino con Rosario, su mujer, de viaje de novios a Barcelona…y claro, vinieron por casa, donde se les recibió con todo el cariño, y, cuando se despidieron, como tantas veces sucedió en mi niñez, “caía una propinilla” para el niño ( en este caso, para mí, porque mi hermano era un bebé); recuerdo  perfectamente la cantidad:- ¡Dos Duros, es decir, Diez Pesetas!. Recibí el correspondiente permiso para ir “al Kiosco” y me vine con este “Extraordinario”:










Recuerdo nº 10




Pues claro que no: ¡ESO ERA COSAS DE CHICAS!
…Pero eso no significa que no me acuerde de verlos…y de haber – solo – ojeado, alguno.

Lo que pasa es que hay una anécdota relacionada con esta colección que para un “Aficionadillo” como yo, tuvo – y sigue teniendo -, una gran importancia.

Verán, resulta que había una joven en mi misma calle (Bismarch), a la que le encargaban dibujar algunos cuadernos (en esta colección había bastantes Dibujantes), y resulta que en el guion que le dieron tenía que aparecer una “Escalera de Caracol”, y resulta que la pobre chavala no sabía cómo representarla, porque no había visto nunca ninguna.
Como en el barrio nos conocíamos todos, alguien le dijo a su madre que preguntase a “la madrileña”, que era maestra.
Así que allí fui con mi Madre unas cuatro o cinco “torres” calle arriba, en la que yo solía jugar en el jardín con su hermano. En un cuartito, junto a la ventana, estaba la chavala sentada en una simple mesa camilla, trabajando sobre un original a medio dibujar (parte ya entintado, otra solo a lápiz, y espacios en blanco)… en  otra mesita tenía tinteros de Tinta China, palilleros y plumillas, y uno cuantos lapiceros, gomas y cuchillas de afeitar.

Ciertamente que toda aquella parafernalia yo ya la tenía en mi propia casa, pues mi Madre siempre dibujó a plumilla, (después, ya en Segovia,  la alternó con el Óleo),… pero ese fue EL PRIMER  Y ÚNICO “ESTUDIO” DE TRABAJO de UN  DIBUJANTE PROFESIONAL  de TEBEOS que he tenido ocasión de visitar… ¡Y ESO PARA MÍ HA SIDO UN RECUERDO IMBORRABLE!

Me encantaría poder acordarme del nombre de aquella joven Artistas que conocí de niño… su hermano era “Pedrito, el de arriba”.




Bueno, y hasta aquí hemos llegado.

Nos veremos, si DIOS quiere… y Vds. lo desean, en el próximo Cuadernillo.

Saludos

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